TORNEO INICIAL 2012 _ FECHA 2 _
Independiente 0Vélez 0

Independiente sigue sin ganar: empató con Vélez

En consonancia con lo que fue el cierre del Clausura y el debut en el Torneo Inicial, los Rojos igualaron 0-0 con el Fortín en Avellaneda. Es la segunda parda en dos partidos, y se viene el clásico con Racing el próximo sábado

Accidentedado. El partido entre Independiente y Vélez, que debía jugarse el pasado sábado y fue suspendido por problemas en el drenaje del césped del Estadio Libertadores de América, durante la noche estuvo 43 minutos parado a raíz de inconvenientes con el grupo electrógeno. Había comenzado el cotejo, se presentaba vistoso, de ida y vuelta, pero a los 16’ Pablo Lunati debió hacer un intervalo para solucionar el inconveniente.

La medida, en principio tomada por un cuarto de hora, se extendió al triple. Sin embargo ambos planteles acataron la decisión de terminar el pleito apenas volviera la iluminación. Ambos querían jugar, y ganar.

En cancha estuvieron los mejores futbolistas por lado y con propuestas audaces. El Fortín ganó, gustó y goleó en la primera fecha (3-0 a Argentinos Juniors, en Liniers), y viajó hasta Avellaneda con la ilusión de repetir lo hecho. Del otro lado, los Rojos no podían darse el lujo de guardarse nada tras el empate en el debut. El clásico del sábado será historia aparte, primero lo primero.

La circunstancia invitó a ambos equipos a poner la mente en el arco de enfrente. Así las cosas, la zona del mediocampo sobró. Ni Independiente ni Vélez se impusieron en el círculo y permitieron llegadas en ambos arcos.

Defensas abiertas contra delanteros veloces, emoción asegurada. La acción pasaba de área a área, aunque con aproximaciones no del todo claras.

En el segundo tiempo los dueños de casa salieron decididos a plantarse en el terreno rival bajo la imperiosa necesidad de sumar una importante cosecha de puntos para escapar de las últimas posiciones de la zona roja del descenso. Para cumplir la ansiada media inglesa es imperioso sumar triunfos en su propia cancha.

El trío integrado por Paulo Rosales, Luciano Leguizamón y Ernesto Farias se acomodó al terreno, haciendo pasar algún sobresalto a la última línea fortinera y exigiendo a Montoya a reaccionar incluso en una fracción de segundo, ante un remate de Tecla dentro del área chica.

Fue el momento de Independiente. Desde el comienzo de la etapa final y hasta los 15 minutos, el partido se tiñó de rojo. La historia se podría haber cambiado de no ser por la mala fortuna de Farias para definir las situaciones que lo tuvieron como protagonista. Vélez esperaba agazapado para responder de contra apenas pudiera. Esperó con calma chicha algún desbarajuste en la defensa del dueño de casa para inquietar a Hilario.

Pasado ese sofocón, los hombres con la V azulada cruzada en el pecho jugaron con la intranquilidad de un anfitrión nervioso, apurado incluso por su propia gente, que colmó la capacidad del estadio Libertadores de América.

Fuente : Infonews